miércoles, 11 de mayo de 2011

EL BORRACHO Y EL ECO

ECOSEl sin par borracho Antón,
cayendo de un tropezón
gritó con todo su aliento;
-¿Quien se cayó?
Y en la pared de un convento
el eco le contestó: -¡Yo!
-Mientes pícaro; yo fui
y si el casco me rompí
le taparé con pelucas. -Lucas.
-¿Me conoces, tú, tunante?
pero aguárdame un instante;
conocerás mi navaja. -Baja.
Bajaré con sumo gusto,
y si piensas que me asusto,
al contrario, mas me exalto. -Alto.
-¿Alto yo?, piensa el osado,
que rico lauro ganado
le dejaré aquí marchito. -¡Chito!
-¿Y se atreve el insolente
mandar calle yo? ¡Miserable! -¡Hable!
-Pues no callo en todo el día
hasta que tu lengua impía,
con un acento taladre. -Ladre.
-¿Cual Perro ladrar me mandas?
¿Por dónde estas? ¿Por dónde andas?
que de no verte me aburro. -Burro.
Cansado ya de vocear
por fin Antón se durmió
y el eco también cesó
al punto de remedar.

-Anónimo

1 comentario:

Unknown dijo...

No es anónimo. Su autor es Francisco de Añón